Ventajas de renunciar a una audiencia preliminar
Pros de renunciar a su derecho a una audiencia preliminar incluyen:
- evitar preservar el testimonio de testigos hostiles que luego podrían usarse en el juicio,
- retrasar el examen de los testigos del estado con la esperanza de que no estén disponibles para testificar en el juicio (quizás porque están enfermos o estarán fuera del país, etc.),
- prevenir evidencia que podría afectar su estado de fianza,
- “minimizar daños” impidiendo que el fiscal agregue nuevos cargos o agravantes, y/o
- evitar publicidad ya que las audiencias preliminares son abiertas al público.
Si se renuncia a la audiencia, todo lo que le queda al fiscal son los delitos e información en la denuncia.
¿Cuáles son las desventajas?
Las audiencias preliminares pueden ser ventajosas para usted. Al renunciar a una audiencia preliminar, puede perder la oportunidad de:
- revelar defensas que no eran evidentes,
- revelar testigos que testifican mal,
- mostrar al fiscal que hay problemas con elementos importantes del caso,
- construir una base para impugnar a los testigos del fiscal, y
- proporcionar una base para negociaciones de acuerdos de culpabilidad.
La evidencia que surja y que le sea útil puede convencer al fiscal de reducir o desestimar sus cargos.
¿Qué es una audiencia preliminar?
Una audiencia preliminar es un examen de la evidencia en un caso de delito grave para determinar:
- si se ha cometido un delito; y
- si hay “causa suficiente” para creer que usted lo cometió.
Causa suficiente significa que después de escuchar la evidencia, una persona de precaución ordinaria tendría una fuerte sospecha de su culpabilidad. El propósito principal de un examen preliminar es eliminar cargos infundados o sin respaldo.
Sus derechos
Si se le acusa de un delito grave, tiene derecho a una audiencia preliminar dentro de los diez días posteriores a su lectura de cargos. En la práctica, la mayoría de los acusados aceptan que la audiencia se realice semanas después.
En la audiencia preliminar, usted tiene derecho a:
- confrontar a los testigos de la fiscalía,
- presentar evidencia en la audiencia para negar un elemento del delito,
- impugnar la evidencia de la fiscalía, y
- establecer una defensa afirmativa.
Su abogado puede ayudarle a decidir si renunciar a su audiencia preliminar.
El procedimiento para renunciar a una audiencia preliminar
El procedimiento para que usted renuncie al derecho a una audiencia preliminar es:
- declararse culpable antes o en la audiencia preliminar o
- renunciar expresamente al derecho a la audiencia.
En cualquiera de los casos, usted debe:
- estar representado por un abogado en el momento de la renuncia o
- renunciar al derecho a un abogado en audiencia pública (excepto en casos capitales).
Después de la renuncia, debe presentarse una “acusación formal” dentro de 15 días. Una “acusación formal” solo puede imputarle los delitos en la denuncia original.
Tenga en cuenta que incluso si desea renunciar a su audiencia preliminar, el fiscal o el juez pueden insistir en que se realice una.
Las audiencias preliminares son una buena oportunidad para evaluar el testimonio de un testigo y las fortalezas y debilidades del caso.
Recursos adicionales
Para información más detallada sobre audiencias preliminares, consulte los siguientes artículos académicos:
- La audiencia preliminar en Los Ángeles: algunos hallazgos de campo y observaciones legales y de política – UCLA Law Review.
- La disponibilidad de una primera comparecencia y audiencia preliminar – Ahora las ves, ahora no – William & Mary Law School Scholarship Repository.
- Audiencias preliminares posteriores a la acusación formal – John Marshall Journal of Practice & Procedure.
- Audiencias preliminares en casos de homicidio: una audiencia retrasada es una audiencia negada– Journal of Criminal Law, Criminology and Police Science.
- El derecho a un abogado en la audiencia preliminar – Missouri Law Review.