La definición de negligencia es un concepto que implica un deber que se le debía a una persona y una falla para ejercer ese deber o actuar de una manera que sea consistente con la forma en que otros actúan razonablemente. Por lo tanto, para demostrar la negligencia, debe quedar claro que había un deber, que hubo una falla para ejercer ese deber, que la falla para ejercer el deber fue la causa directa – causa próxima – de la lesión y que se produjo una lesión real.
Es importante tener en cuenta que todos los cuatro elementos de negligencia, mencionados anteriormente, deben ser probados. La ausencia de pruebas sobre cualquiera de esos elementos significa que la negligencia, en su conjunto, no puede ser probada.
Sin embargo, incluso si se prueban todos los elementos de negligencia, esto no significa que la otra parte de la demanda no tendrá la oportunidad de defenderse.
Las dos principales defensas en una acción de negligencia son la negligencia contributiva y la asunción de riesgo.
La negligencia contributiva es una defensa legal que afirma que la otra parte también tenía el deber de actuar, repartiendo efectivamente la negligencia de ambas partes en una proporción porcentual. Por ejemplo, si una persona estaba intoxicada mientras conducía y se estrellaba con otra persona que estaba sobria pero pasaba a toda velocidad por una señal de stop, es probable que ambas partes contribuyeran al accidente. Un tribunal entonces repartiría la culpa en una base porcentual.
La asunción de riesgo es una defensa legal que afirma que una parte es al menos parcialmente responsable si se expone voluntariamente al riesgo. Por ejemplo, si una persona paga una tarifa de entrada a una liga de fútbol y se rompe la pierna en un juego rutinario, es poco probable que la liga sea responsable ya que la persona que resultó herida debería saber que el fútbol es un deporte peligroso y que la lesión era posible. Sin embargo, si la persona se rompió la pierna después de pisar un pozo de dos pies de profundidad, el jugador probablemente no asumió ese riesgo ya que fue la liga la que falló al mantener el campo de una manera adecuada.
No importa quién gane la demanda, es probable que se otorguen daños. Los daños se otorgan de una manera compensatoria y, a veces, punitiva. Los daños compensatorios se otorgan para el pago de costos medibles como facturas de hospital, recetas, salarios perdidos, etc. Los daños punitivos se otorgan a la víctima para castigar a una persona culpable.
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